viernes, 31 de marzo de 2017

El carruaje. Jorge Bucay

Un día de octubre, una voz familiar en el teléfono me dice: -Salí a la calle que hay un regalo para vos. 
Entusiasmado, salgo a la vereda y me encuentro con el regalo. Es un precioso carruaje estacionado justo, justo frente a la puerta de mi casa. Es de madera de nogal lustrada, tiene herrajes de bronce y lámparas de cerámica blanca, todo muy fino, muy elegante, muy "chic". Abro la portezuela de la cabina y subo. Un gran asiento semicircular forrado en pana bordó y unos visillos de encaje blanco le dan un toque de realeza al cubículo. Me siento y me doy cuenta que todo está diseñado exclusivamente para mí, está calculado el largo de las piernas, el ancho del asiento, la altura del techo… todo es muy cómodo, y no hay lugar para nadie más.
Entonces miro por la ventana y veo "el paisaje": de un lado el frente de mi casa, del otro el frente de la casa de mi vecino… y digo: "¡Qué bárbaro este regalo! "¡Qué bien, qué lindo…!" Y me quedo un rato disfrutando de esa sensación.
Al rato empiezo a aburrirme; lo que se ve por la ventana es siempre lo mismo.
Me pregunto: "¿Cuánto tiempo uno puede ver las mismas cosas?" Y empiezo a convencerme de que el regalo que me hicieron no sirve para nada.
De eso me ando quejando en voz alta cuando pasa mi vecino que me dice, como adivinándome: -¿No te das cuenta que a este carruaje le falta algo?
Yo pongo cara de qué-le-falta mientras miro las alfombras y los tapizados. 
-Le faltan los caballos – me dice antes de que llegue a preguntarle. 
Por eso veo siempre lo mismo -pienso-, por eso me parece aburrido. 
-Cierto – digo yo.
Entonces voy hasta el corralón de la estación y le ato dos caballos al carruaje. Me subo otra vez y desde adentro les grito: 
-¡¡Eaaaaa!!
El paisaje se vuelve maravilloso, extraordinario, cambia permanentemente y eso me sorprende. 
Sin embargo, al poco tiempo empiezo a sentir cierta vibración en el carruaje y a ver el comienzo de una rajadura en uno de los laterales.
Son los caballos que me conducen por caminos terribles; agarran todos los pozos, se suben a las veredas, me llevan por barrios peligrosos.
Me doy cuenta que yo no tengo ningún control de nada; los caballos me arrastran a donde ellos quieren. Al principio, ese derrotero era muy lindo, pero al final siento que es muy peligroso. 
Comienzo a asustarme y a darme cuenta que esto tampoco sirve.
En ese momento veo a mi vecino que pasa por ahí cerca, en su auto. Lo insulto: -¡Qué me hizo! 
Me grita:-¡Te falta el cochero! 
-¡Ah! – digo yo.
Con gran dificultad y con su ayuda, sofreno los caballos y decido contratar un cochero. A los pocos días asume funciones. Es un hombre formal y circunspecto con cara de poco humor y mucho conocimiento.
Me parece que ahora sí estoy preparado para disfrutar verdaderamente del regalo que me hicieron. Me subo, me acomodo, asomo la cabeza y le indico al cochero a dónde ir. 
Él conduce, él controla la situación, él decide la velocidad adecuada y elige la mejor ruta. 
Yo… Yo disfruto el viaje.
"Hemos nacido, salido de nuestra casa y nos hemos encontrado con un regalo: nuestro cuerpo. 
A poco de nacer nuestro cuerpo registró un deseo, una necesidad, un requerimiento instintivo, y se movió. Este carruaje no serviría para nada si no tuviera caballos; ellos son los deseos, las necesidades, las pulsiones y los afectos.
Todo va bien durante un tiempo, pero en algún momento empezamos a darnos cuenta que estos deseos nos llegaban por caminos un poco arriesgados y a veces peligrosos, y entonces tenemos necesidad de sofrenarlos. Aquí es donde aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar racionalmente.
El cochero sirve para evaluar el camino, la ruta. Pero quienes realmente tiran del carruaje son tus caballos.
No permitas que el cochero los descuide. Tienen que ser alimentados y protegidos, porque… ¿qué harías sin los caballos? ¿Qué sería de vos si fueras solamente cuerpo y cerebro? Si no tuvieras ningún deseo, ¿cómo sería la vida? Sería como la de esa gente que va por el mundo sin contacto con sus emociones, dejando que solamente su cerebro empuje el carruaje. Obviamente tampoco puedes descuidar el carruaje, porque tiene que durar todo el proyecto. Y esto implicará reparar, cuidar, afinar lo que sea necesario para su mantenimiento. Si nadie lo cuida, el carruaje se rompe, y si se rompe se acabó el viaje…"
Jorge Bucay

A propósito de la ira

Los clavos en la puerta

Hubo una vez un niño que tenía muy mal genio. Por ello su padre decidió entregarle una caja de clavos y un consejo, que cada vez que perdiera el control, clavase un clavo en la puerta de su habitación.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la puerta. Con el paso del tiempo, el niño fue aprendiendo a controlar su rabia, por ende, la cantidad de clavos comenzó a disminuir. Descubrió que eras más fácil controlar su temperamento que clavar los clavos en la puerta. 
Finalmente llegó el día en que el niño no perdió los estribos. Su padre orgulloso, le sugirió que por cada día que se pudiera controlar, sacase un clavo. 
Los días transcurrieron y el niño logró quitarlos todos. Conmovido por ello, el padre, tomó a su hijo de la mano y lo llevó hasta la puerta, y con suma tranquilidad le dijo: “Haz hecho bien, hijo mio, pero mira los hoyos… la puerta nunca volverá a ser la misma. Cuando dices cosas con rabia, dejan una cicatriz igual que ésta. Le puedes clavar un cuchillo a un hombre y luego sacárselo. Pero no importa cuántas veces le pidas perdón, la herida siempre seguirá ahí. Una herida verbal es tan dañina como una física. Recuerda que los amigos son joyas muy escasas, consérvalos, cuídalos, ámalos, pero no los lastimes, hay daños que son irreversibles y no hay perdón que los sane. 
El niño comprendió la enseñanza de su padre y jamás volvió a tener que controlar su ira porque se dedicó a tomarse las cosas con calma y a actuar siempre guiado por el amor.
Anónimo

Liderazgo emocional: la estructura de la persona

El día 23 tuvimos la primera sesión de formación con Alfonso López-Fando.
Nos presentó el objetivo fundamental de su trabajo: Qué es el liderazgo emocional y su relación con la inteligencia emocional.
Es necesario conocer  y reconocer en nosotros las emociones para dirigirlas y no dejarnos "arrastrar por ellas" y  hacernos dueños de la situación.
Nos planteó estos objetivos para el trabajo:
  • Crear un espacio de reflexión sobre quienes somos
  •  Situar las emociones en la persona y en el grupo 
  • Conocer las emociones y sus dinámicas específicas para aumentar nuestras competencias emocionales
  • Ofrecer claves y recursos a cada uno y como grupo para gestionar las emociones y aumentar nuestra competencia como líderes emocionales
En esta primera sesión nos centramos en los dos primeros: conocer quiénes somos y dónde se sitúan las emociones.

Para profundizar en el conocimiento de la estructura de la persona, recurrió a la imagen del carruaje: Comparamos al ser humano con un carruaje que representa nuestro cuerpo; un cuerpo que nos acompaña en toda nuestra existencia y es testigo de todas nuestras vivencias. Hay una memoria corporal de todo lo vivido.

Este carruaje no se movería sin una energía; los caballos que tiran de él. Son las emociones que nos "mueven", nos llevan cada una a su ritmo; pero si dejáramos a estos "caballos" a su libre albedrío el carruaje se podría desbocar, ir sin dirección. Es imprescindible que alguien lo dirija, que haya un “cochero” que los oriente y les marque el ritmo para que no destrocen el carruaje. Es nuestra cabeza. El pensamiento que nos dice que tenemos que hacer, que conviene y que no
Precisamente es en el diálogo entre "cochero" y "caballos" en el que radica nuestra inteligencia emocional: conocer nuestras emociones y saber orientarlas hacia las metas que nos proponemos del mejor modo posible.

Sin embargo, este mapa del ser humano quedaría incompleto si no incluimos otro elemento: el "pasajero". Es nuestro yo, nuestra esencia, es una dimensión profunda del ser humano que puede elegir en libertad para saber dónde quiere ir. Una vez elegido el “destino”, la meta , es necesario equilibrar carruaje, cochero y caballos para llegar a él; esto es, cuerpo, mente y emoción tienen que alinearse para lograr el objetivo elegido.

Estuvimos trabajando en este punto con el propósito de hacernos conscientes de cómo nuestros deseos están limitados por una realidad; en ella encontraremos muchas o pocas posibilidades de realizarlos. Pero más allá de ello siempre está la posibilidad decidir cómo hacer frente a nuestra realidad, cuál será mi actitud : “no puedo elegir lo qué sucede, pero si cómo vivirlo”

Cuando elijo algo actúa desde lo que “quiero” que no es lo mismo que “hacer lo que me apetece”: elegir algo implica que me responsabilizo de mi elección, de sus consecuencias, del esfuerzo por lograrlo. Seguir la apetencia es un “dejarme llevar” por un deseo momentáneo que, si está en contra de lo que he elegido me va a proporcionar sensaciones y emociones de malestar y culpabilidad; a pesar de que  mi “cochero” busque racionalizaciones para justificarlo.

En definitiva, dependiendo del modo cómo estructuren mis deseos, mi realidad y mis elecciones, así serán mis emociones.


Estas emociones serán la energía que me mueva a la acción. En la medida en que asumo mi elección, surge la responsabilidad a la que mejor deberíamos llamar “respons-habilidad”: la habilidad de responder, de dirigirme a lo que quiero y he elegido.

El valor de una persona es la suma de sus conocimientos y habilidades que se multiplica (o se divide) por su actitud; compuesta, a su vez, de la motivación (emociones) y la voluntad

El enfado en las aulas.


Es saludable tomar conciencia sobre las  emociones. Ya sabemos que cualquier emoción no es sino un desajuste orgánico. Nuestro organismo pierde su equilibrio natural puntualmente de modo intenso. Sabemos también que cuando nos enfadamos u otros se enfadan, podemos asustarnos. Desde ese temor es muy posible que nos tensemos y perdamos momentáneamente nuestra receptividad. Nuestro organismo se pone a la defensiva. La reacción es, probablemente, sancionadora. Recordemos que, además, es habitual que asociemos juicios de valor a las situaciones que percibimos amenazantes.

Si un alumno o una alumna nos cuestiona o manifiesta su malestar, perdemos la oportunidad que nos ofrece esa emoción para conocer qué está sucediendo y, desde ahí, poder resolver de algún modo propicio a ambas partes. Si ya sabemos que debajo de una expresión de enfado hay un dolor, más grande o más pequeño, es menos probable que nos blindemos ante ella.
Hemos aprendido que cuando nos enfadamos hay algo en el ambiente que está oponiéndose al logro de una necesidad. La frustración de esa necesidad es lo que nos enfada y nos trastorna. A nosotros y a los demás. Desde ese punto de vista, la disposición a conocer qué es eso que me frustra o que le frustra al otro, impone un cambio de perspectiva muy alentador. A partir de ahí, nos podemos situar en otra actitud.

Por otro lado, hemos vivenciado que el enfado y la frustración vinculada, siguen una secuencia.
Partiendo del conocimiento de que el enfado, como cualquier emoción, implica un desajuste orgánico más o menos intenso, es necesario dar salida al excedente de energía que sucede en nuestro sistema. Cada persona lo hace como puede. Algunas personas descargan con las extremidades del cuerpo, otras verbalmente, etc... Si inhibimos esa descarga de energía, tal energía se quedará alojada en nuestro sistema y dará lugar a otro tipo de desajustes o a acumulación de resentimiento que explotará de modo imprevisto en algún momento.

Esa descarga es saludable, pese al temor que nos provoca, tanto en nosotros como en los demás.
Pasado ese pico de descarga, estaremos en mejores condiciones de abordar la situación que nos altera, puesto que ahora sabemos que debajo de esa alteración se oculta una frustración que pide ser atendida, en nosotros y en los demás.

A partir de ahí, nos disponernos a conocer cuál es la necesidad que subyace, nos damos la ocasión de satisfacerla o no, en función de nuestras posibilidades y las de los demás. Permitirme saber qué me pasa y qué le pasa al otro es una actitud de conciencia y conciliadora. No es posible compartir un espacio de aprendizaje próspero y estable desde la actitud contraria.

Una vez que hemos permitido al otro y a nosotros mismos descargar y expresar qué ha pasado, qué nos ha alterado, podemos continuar hacia un intercambio de propuestas y pactos que nos conforme a todos, en mayor o menor medida, hasta donde podamos.

La otra posibilidad ya la conocemos: Inhibir y sancionar la expresión propia o ajena desde la prohibición, desde nuestra posición de poder, desde el miedo, desde la frustración, desde juicios de valor culturales castrantes y tóxicos.


Lucina Vicente Calle

Inteligencia emocional en el aula

El pasado sábado concluimos el curso que ha impartido Lucina Vicente sobre la inteligencia emocional en el aula. Fue un día muy intenso en el que nos enfrentamos a las emociones que vivimos en el aula.
Por la mañana el trabajo se centró en "darnos cuenta" de la importancia de entrar en contacto con nuestro cuerpo para percatarnos de lo que nos sucede, para poder relajarnos y estar en el presente. Cuando nos alejamos de él entramos en la "esfera de la fantasía"; esto es de la razón, de la elucubración, de lo que "debería ser" o de lo que "nos gustaría que fuera"... en cualquier caso no estamos en lo "que es" y en lo que "sentimos".
Como nuestro trabajo se basa en la relación directa con adolescentes, es importante; más bien, necesario, tomar contacto con la experiencia de esta etapa. Para ello vimos un vídeo que nos da a conocer cómo funciona el cerebro adolescente, cuales son sus vivencias y cómo se comunican con nosotros, qué esperan de los adultos.
Centrándonos en la docencia hicimos una dinámica en la que recreábamos una situación de aula: seis voluntarios hicieron de alumnos y otro de profesor. Podía parecer un simple juego, pero desde la gestalt consideramos que nada sucede en vano; en cualquier situación, aunque sea ficticia, como fue en este caso, cada uno de nosotros ponemos en marcha nuestras estrategias vitales, las que hemos desarrollado en nuestra vida para lograr satisfacer nuestras necesidades. prueba de ello fue que al recoger la experiencia de los presentes, ninguno habíamos quedado inmunes a lo que sucedió y cada uno se llevó el aprendizaje de la experiencia propia
Por la tarde, nos centramos en la vivencia de dos emociones fundamentales: miedo e ira. Su función y su expresión. Vimos la necesidad de tomar conciencia de nuestros "desajustes orgánicos" y expresarlos para llegar a las auténticas necesidades y poder satisfacerlas adecuadamente.

Gracias Lucina por tu trabajo y tu buen hacer
Gracias a todos los participantes por vuestra entrega y  aportación al grupo.

lunes, 27 de marzo de 2017

Premios Concurso de fotografía

El pasado día 22, durante la celebración del día del centro, hemos hecho públicos los premios del concurso de fotografía.
Ha habido una importante participación de alumnos, especialmente en la categoría de bachillerato. y además las obras presentadas han sido de una notable calidad, lo que ha dificultado enormemente la asignación de los premios. Muchas gracias a todos los que habéis participado y enhorabuena a los ganadores
Aquí os dejamos las obras premiadas con la información que nos dieron sus autores. Espero que os gusten y os "emocionen"

Categoría de 1º a 3º de ESO 

El primer premio le ha correspondido a la fotografía "Melancolía" que bajo el seudónimo "Dosito" ha presentado Lydia Burgos Venera de 2º ESO B.


"Esta foto expresa tristeza, melancolía, cuando las hojas que caen de los árboles se llenan de gotas de lluvia y sabes que el verano ha acabado, junto con las vacaciones"


El segundo premio ha sido para Miguel Segovia Borrajo de 2º ESO B. Como Scotch ha concursado con la fotografía "Mentira y culpa"



Esta imagen sobre el sentimiento de culpabilidad. 

Como se puede ver en la imagen, hay un tronco de árbol podrido y una viga de hierro.Empezaré a explicarla por el tronco.

El tronco representa la mentira,algo corrupto y podrido,que al principio parecía sostenible y bonito,pero que con el tiempo y a medida que crecía se ha ido pudriendo y se ha convertido en algo asqueroso e insostenible que necesita ser eliminado.Sin embargo, un poco más abajo de la mitad del tronco se puede encontrar una hoja verde.Esto representa el momento en el que la mentira intentaba hacer algo noble al proteger a alguien, pero que se ve eclipsado por el resto de factores.La curvatura del tronco intenta decir cómo ha evolucionado esa mentira,ya que ha ido creciendo y modificándose.
La viga,sin embargo,representa la resistencia mental que tiene alguien para aguantar tal carga.Como se puede ver,está desgastada, antigua y bastante manchada,ya que su función es resistir, y eso lo desgasta, y en algún momento acabará cediendo por culpa de la mentira,a menos que esta sea "talada". También se puede ver cómo la mentira sobresale un poco de la viga. Eso representa al confidente, a la persona que conoce una parte de la mentira y tiene la posibilidad de sacarla a la luz.


Categoría de 4º de ESO y Bachillerato 

El primer premio lo ha recibido María Iglesias de 1º de Bachillerato H que ha concursado con una fotografía que refleja "amistad y amor" bajo el seudónimo  Unlost


"Con esta imagen quiero transmitir las emociones de gratitud, alegría, serenidad, inspiración y orgullo hacia la otra persona; y, especialmente, amor entre amigas. La he elegido porque aparecen dos personas importantes en mi vida y porque las tome cuando empecé con el mundo de la fotografía que, ahora mismo, es algo esencial de mi.
Significa mucho para mi. A pesar de no tener nada extraordinario; pero, a veces, la sencillez y lo más cercano es lo que mejor se entiende"

El segundo premio ha sido "ex aequo" para las fotografías de Anastasia y Meryblue. el primer seudónimo oculta a Isabel Astasio de 1º de Bachillerato que nos dejó la fotografía "Tristeza y Soledad"


"He elegido esta foto porque creo que debemos centrarnos más en nuestro interior pero esto puede provocarnos emociones como la tristeza que podría llevarnos a la autodestrucción de nuestro ser, causado por la frustración
Desde un primer momento sabía cómo quería hacer la foto; todo tienes us significado. Escogí colores oscuros y el pelo descuidado. y la realicé con ayuda de un trípode"


Y tras Meryblue encontramos a una alumna de 1º de Bachillerato M, María Donoso Íñiguez que nos presentó "Amor y compañía"


 "Quiero expresar amor y compañía de aquellos que realmente te quieren y te apoyan"

Categoría de los Ciclos Formativos

El primer premio ha sido para la fotografía "Impotencia" realizada por Remedios Martínez Cuello de 1º del ciclo superior de Imagen y cuyo seudónimo era Katy Perry


"Mi emoción es impotencia y he decidido representarla ya que todas esas palabras, causas, miradas... etc, hacen que seamos inseguros de nosotros mismos y no podamos hacer nada por el miedo a que nos critiquen. 
Respecto al proceso, lo tenía claro ya que desde el primer momento quería representar la impotencia de no poder decir nada a todas esas miradas y tengamos que agachar la cabeza por miedo a que nos critiquen o a no ser como ellos quieren que seamos. Y, cuando llegamos a casa, y nos damos una  ducha o cualquier otra cosa para no pensar en  todo ello, siempre permanecerá en nuestro pensamiento recurriendo a esa impotencia de no poder hacer nada para expresar libremente todo aquello que pensamos,sin miedo a que nos miren o hablen mal"


Y el segundo premio ha recaído en Noni, nombre usado por Vanesa Rodríguez Lozano del primer curso de Iluminación, Captación y Tratamiento de imagen, quien denomina a su imagen "Sé que estás ahí"


"¿Sigues ahí? No te has ido, ¿verdad?. Creo que hay veces que te necesito y no estás, pero en el fondo hay algo que me dice que siempre me acompañas. ¿Ves todo? Imagino que sí Porque no hay un minuto que no te sienta a lo lejos. Y seguro que estas pendiente, cómo cuando era pequeña y corrías tras de mí intentando que no me pasara nada. Inconscientemente noto que sigues haciéndolo, pero desde otro lugar que no soy capaz de entender. Entonces es cuando empiezo a comprender que estás, ahora veo la realidad de algo que tanto daño me hizo durante un momento de mi vida. Puede que sea una locura verlo desde este prisma, pero tu partida no fue más que algo que tarde o temprano tenía que suceder, algo a lo que todos estamos expuestos. Un suceso que me ha hecho entender que hay que VIVIR. Porque quizá hoy sea el último día que podamos sentir cómo lloran las estrellas. Y las miro, y brillan, y me hacen sonreír porque antes era incapaz de ver más allá de problemas que en el fondo no son más que situaciones que van y vienen. Eso es, situaciones. No existe algo malo que dure para siempre, las heridas terminan curándose o simplemente, dejan de doler y se convierten en cicatrices. Hay tantas historias que pueden ser nuestras que no podemos perder el tiempo viviendo sólo una. Nuestro lugar no es únicamente ese que nos hace sentir cómodos, detrás de algunos muros pueden encontrarse paisajes que quizá nos lleven a una felicidad más intensa.
Vivid. #Cartasalcielotipapá"

Agradecimientos en el día del centro

Aprovechando la celebración del día del centro el pasado martes 22 de marzo, hemos abierto nuestro buzón de agradecimientos y después de leerlos en público los hemos colocado en un panel habilitado en el hall del centro.
Estamos orgullosos de la buena acogida que ha tenido la iniciativa. Ha habido una importante participación entre alumnos y profesores agradeciendo a  miembros de todos los sectores  de la comunidad educativa. 
Sin embargo, lo más importante ha sido el buen ánimo que nos ha ido inundado a quienes estábamos presente y que se ha ido contagiando a quienes se han ido acercando. Todos se han mostrado dispuestos a colaborar; incluso a ampliar el panel ya que no era suficiente para dar cabida a todas las misivas recibidas.
Tendremos el panel expuesto durante la próxima semana para que todos podamos leerlos y saborear la atención de aquellos que se han acordado de nosotros. 
También si alguno quiere añadir algún nuevo mensaje podrá hacerlo durante estos días.
Es nuestro deseo que, los días que estemos más "depres" podamos acercarnos a ese panel o traer su recuerdo a la memoria para recuperar la energía positiva que mueve el acto de agradecer.

¡Muchas gracias a todos los que habéis hecho posible que la actividad haya resultado tan gratificante!












miércoles, 22 de marzo de 2017

Emociones y liderazgo en las aulas

El próximo jueves 23  comenzamos las sesiones de formación Con Alfonso López-Fando. Serán tres sesiones, jueves 23 y 30 de marzo y el 20 de abril en las que conoceremos los fundamentos de la inteligencia emocional  y realizaremos una serie de dinámicas que nos permitirán prepararnos para poder fomentar un adecuado clima emocional en las clases.
La dilatada experiencia profesional y preparación de Alfonso nos auguran unas prometedoras sesiones en las que, además de formarnos,  disfrutaremos y lo pasaremos bien.

domingo, 12 de marzo de 2017

La Tristeza y la furia

Aquí os dejo el cuento de Jorge Bucay sobre la tristeza y la ira al que hacía referencia ayer nuestra compañera María Ángeles Jociles


En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...
Había una vez... un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aun, salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.



También podéis escucharlo en este enlace

Curso INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LAS AULAS

Ayer, sábado 11 de marzo, celebramos la primera jornada de formación en inteligencia emocional. Fue un día intenso en el que pudimos disfrutar del trabajo que dirigió nuestra compañera Lucina Vicente. Mediante una serie de dinámicas y ejercicios prácticos nos sumergimos en la primera y fundamental competencia emocional: el autoconocimiento y el contacto con nuestras emociones.
Tuvimos la oportunidad de darnos cuenta de cómo cada uno reacciona de diferente modo ante una misma situación, de las dificultades para entender reacciones diferentes a las nuestras y de cómo podemos confundir o solapar unas emociones con otras.
En la medida que nos conozcamos con más profundidad, podremos comprender mejor a los demás, especialmente a nuestros alumnos.

Creo que todos salimos satisfechos de este encuentro y con las miras puestas en el próximo en el que profundizaremos en la rabia y la tristeza. Será el día 25 de marzo.

Desde aquí, el agradecimiento a Lucina por su trabajo y a todos los participantes por su entrega.



jueves, 9 de marzo de 2017

Buzón de agradecimiento

Los miembros del proyecto “Aprendiendo a educar con emociones” hemos preparado una actividad para el día del centro:
“El buzón de agradecimiento” 



En muchas ocasiones hemos expresado y oído la queja de que parece que los demás solo se fijan en nuestros errores y defectos y nunca nos dicen nada cuando hacemos bien algo, ni nos reconocen nuestras cualidades. Aprendemos con más facilidad a reprochar ciertas conductas, que a reconocer y agradecer lo que los demás hacen por nosotros, aunque experimentemos ese reconocimiento. Y también sabemos lo mucho que “agrada” cuando alguien nos dice algo positivo o agradece lo que hemos hecho. 
El objetivo de la actividad es superar ayudar a superar nuestras dificultades para agradecer. Además somos conscientes de los sentimientos positivos que genera el agradecimiento. Por estos motivos, invitamos a toda la comunidad educativa a participar. Para ello, hemos colocado el buzón en Conserjería. Allí podemos depositar una nota de agradecimiento dirigida a quien nos ha mostrado una acción, un gesto, una palabra, una ayuda… que, a pesar de habernos agradado y ayudado, no se lo hemos dicho; incluso habiéndolo hecho queremos reiterarselo. 

El día del centro abriremos ese buzón y compartiremos nuestros agradecimientos.

Os animamos a todos: padres, profesores, alumnos y personal no docente a participar en la actividad con la seguridad de que ayudará a crear un clima más agradable y positivo en nuestro centro.





¡Anímate y agradece... que no es poco!